Traducción de Héctor Castells
304 págs.
15 × 22 cms.
Rústica con solapas
ISBN: 978-84-946527-1-4
1ª edición:
marzo de 2017
Incluye punto de libro
EN BUSCA DE LOS DISCOS PERDIDOS
(OLD RECORDS NEVER DIE)
Eric Spitznagel
En plena crisis de la mediana edad, un matrimonio en horas bajas y una economía doméstica al borde del abismo, el periodista freelance Eric Spitznagel decide emprender una búsqueda desesperada de los discos de vinilo que una vez tuvo y malvendió para poder llegar a fin de mes. No le valen copias o reediciones, quiere los mismos discos: el disco de Bon Jovi que sobrevivió a un accidente de coche en el que casi pierde la vida y donde escribió el número de teléfono de su primera novia; el Alive II de KISS, cuya propiedad se disputaba con su hermano durante su juventud; el Let It Be de los Replacements, que en su día sirvió de escondrijo de su alijo de marihuana… Los quiere recuperar a toda costa. Son su vida. Para ello, se lanzará en una quijotesca cruzada que lo llevará por tiendas de discos, ferias de vinilos, una cadena de radio universitaria, desesperadas pujas en eBay y polvorientos sótanos atestados de discos.
Estas hilarantes memorias de un vinilómano con síndrome de Peter Pan, entre cuyos referentes se encuentran Alta fidelidad de Nick Hornby, Pégate un tiro para sobrevivir de Chuck Klosterman y Lost in Music de Giles Smith, son el intento de un hombre por recuperar un pasado que, impreso en las rayadas y marcas de sus discos, se resiste a desvanecerse en el marasmo digital del nuevo milenio.
LEER UN FRAGMENTO
«Los recuerdos son tanto más indelebles cuanto que están inscritos en el mundo físico, y Spitznagel lo demuestra en este brillante libro. Adoramos los discos de vinilo porque combinan lo táctil, lo visual y los evidentes efectos del paso del tiempo y de todo aquello que se cuidó y descuidó. En su búsqueda de los discos que perdió y vendió, Spitznagel trata de volver a un pasado tangible cuyo relato tiene un impacto y sensibilidad enormes.»
«No recuerdo cuándo fue la última vez que subrayé tantos pasajes extraordinarios de un libro. Quizá sea la primera vez. Hay algo en cada página que aviva el corazón del friki con triste reconocimiento y esperanza.»